El cuidado de nuestro cobijo es una responsabilidad compartida como seres vivos. Durante los últimos cien años más o menos, la administración que hemos dado a los recursos de nuestro planeta no ha sido el mejor. Varios planes han sido desarrollados para detener el uso inconsciente de los recursos de nuestro planeta, dadas las problemáticas de hoy día: como los derrames de petróleo, residuos peligrosos, contaminación de aire - agua - suelo, la pérdida de selvas tropicales, especies de flora y fauna en peligro de extinción, la lluvia ácida, agotamiento de la capa de zono, calentamiento-oscurecimiento global, la crisis de los residuos urbanos, sobre explotación de recursos naturales renovables y no renovables, entre otros, pueden sentirse fuera de nuestro control. Estas problemáticas requieren de trabajo en equipo, de la acción social, la intervención de autoridades competentes y del gremio industrial. Sin embargo, hay algunas cosas que con voluntad y conciencia de cada persona al mejorar sus hábitos cotidianos para tener una vida más sana e integral, pueden hacer la diferencia. Actividades como separar desde la fuente, reciclar, ser consciente del consumo de agua y energético son un buen comienzo.

Algunos artículos para el hogar también pueden contribuir a la contaminación de nuestro cobijo ya que son fabricados con sustancias peligrosas, algunos de estos pueden incluir el uso de productos con naftalina, productos quitamanchas, aerosoles, tubos fluorescentes, detergentes, etc. Para más información se puede acceder a las páginas en internet y otros medios de comunicación como televisión, radio, periódicos, etc.

Existen alternativas a los problemas ambientales, como por ejemplo para la agricultura o jardinería tener un espacio donde crear compost es una práctica muy benéfica y más sana para nutrir las plantas. Este abono provee a la planta algunos nutrientes por medio del suelo por descomposición ayudada de microorganismos, mejora la textura del suelo, aumenta la capacidad del suelo para absorber el oxígeno y el agua; también suprime el crecimiento de malezas y reduce la necesidad de añadir productos químicos y pesticidas, que pueden ser perjudiciales para la salud y el medio ambiente.

El aprovechamiento de los residuos orgánicos puede ser un comienzo de separación y reciclaje de las basuras que producimos e nuestro hogar. En el reciclaje los artículos que se pueden utilizar son vidrio, papel, cartón, botellas plásticas, etc. Existen contenedores para cada tipo de residuo. Y en el hogar se puede manejar mediante bolsas o canecas aparte y de distinto color (según la norma GTC-24 guía para la separación en fuente; Codifica por colores los recipientes).

En energías limpias existen los paneles solares que constan de una serie de espejos que transforman la luz solar en energía eléctrica y puede usarse para calentar el agua y proveer electricidad en casa. Otras opciones como la energía eólica, hidroeléctrica, mareomotriz, etc., son un conjunto de tecnologías innovadoras y más sanas para nuestro M.A.

El hogar no es el único lugar en que podemos dar una mano para ayudar al medio ambiente. También en todos los lugares donde se realicen actividades humanas: Instituciones Educativas, centros comerciales, comercios de bienes y servicios, Bibliotecas, Oficinas, empresas, industria, etc.

En el caso de los rellenos sanitarios, es importante asegurar de manejar sabiamente los residuos a los que no se les pueda dar un manejo, sin perjudicar el M.A y recursos naturales, ejemplos de estos residuos son: los productos químicos, sustancias no biodegradables y no reciclables o reutilizables, teniendo en cuenta al establecer un relleno la prevención en la contaminación de recursos acuíferos. En el grupo de sustancias químicas se incluyen anticongelantes, insecticidas, baterías, espuma de poliestireno, PVC, sustancias toxicas, etc.

Depende de cada uno el aportar un granito de arena para recuperar nuestro planeta, sus recursos y seres vivos que son patrimonio y hogar de la humanidad.
UNAICHU como Fundación Educativa, propende por una educación alternativa hacia el conocer de nuestro cobijo y sus procesos, al igual que la comprensión de la importancia de nuestro papel como especie más sabia e inteligente y como parte de la naturaleza misma, en la continuidad de los procesos naturales y en el futuro de nuestras generaciones venideras. Ya que el cambio comienza en cada uno y la paz le corresponde a la educación que desde cada granja, hogar como aula de clase y la vida misma como pedagogía o ejercicio del contenido interno de cada ser, educa al niño-adulto para su crecimiento y formación futuras.